Plymouth fury 1958 especificaciones
Los frenos eran un aspecto importante de la seguridad del vehículo.
El precio reflejaba su diseño innovador y sus características de lujo. El sistema de dirección era de tipo recirculante de bolas, ofreciendo asistencia de potencia como opción. El Fury de 1958 destacaba por su tamaño y su presencia imponente. Los asientos estaban tapizados en tela o vinilo, ofreciendo confort a los pasajeros.
El Plymouth Fury de 1958 ofrecía un diseño radicalmente nuevo, con aletas traseras prominentes y una parrilla agresiva
Esta transmisión automática de tres velocidades ofrecía cambios precisos y cómodos. La inyección de combustible era opcional, mejorando la eficiencia y la respuesta del acelerador. Esto contribuía al sonido característico del motor V8. El sistema de escape cumplía con las regulaciones de emisiones de la época.
El precio del Plymouth Fury de 1958 variaba según las opciones y el equipamiento. Era una opción popular entre los compradores de Fury, facilitando la conducción. La paleta de colores reflejaba el optimismo y la exuberancia de los años 50. Esta configuración brindaba una conducción relativamente suave para la época, aunque no tan deportiva como otros vehículos.
El tanque de combustible se ubicaba en la parte trasera del coche. El Plymouth Fury de 1958 presentaba una gran variedad de colores exteriores e interiores. No era tan eficiente como los sistemas de escape modernos. Era un coche relativamente caro en comparación con otros modelos de Plymouth.
El interior del Plymouth Fury de 1958 se caracterizaba por el uso de materiales de alta calidad. El tablero de instrumentos presentaba un diseño moderno con indicadores fáciles de leer. Estas dimensiones le daban una apariencia robusta y señorial.
Esto permitía el funcionamiento de luces, radio y otros accesorios eléctricos. El motor "Golden Commando" era la joya de la corona en términos de rendimiento. Estaba disponible con varios motores V8, incluyendo el "Golden Commando" de 350 pulgadas cúbicas.
La suspensión delantera era independiente con resortes helicoidales, mientras que la trasera utilizaba ballestas semielípticas
Esta transmisión contribuía al confort general del vehículo. La dirección era un componente clave en la experiencia de conducción. La suspensión delantera era independiente con resortes helicoidales, mientras que la trasera utilizaba ballestas semielípticas. Los frenos de tambor en las cuatro ruedas eran el estándar para el Plymouth Fury de 1958.
La transmisión TorqueFlite era conocida por su suavidad y durabilidad. El Plymouth Fury de 1958 ofrecía un diseño radicalmente nuevo, con aletas traseras prominentes y una parrilla agresiva.